martes, 19 de octubre de 2010

ASOCIACIÓN DE COMERCIO E INDUSTRIA DE VILLA GOBERNADOR GÁLVEZ
1942 –1994

Más de cincuenta años de vida, son para la Asociación de Comercio e Industria de Villa Gobernador Gálvez, un plazo suficiente para acreditar el carácter de testigo hábil de los acontecimientos que han llevado a la ciudad a ocupar el tercer lugar en importancia en la Provincia de Santa Fe. Representar a mas de 2.000 comerciantes e industriales, que abarcan desde el negocio unipersonal hasta la gran empresa comercial o indus­trial, también posibilita fundar las posiciones de la Aso­ciación y reflejar la realidad concreta del empresariado en general.

UN POCO DE HISTORIA

"El alma de los Estados, es su comercio interior", dijo hace casi dos siglos el General Don Manuel Belgrano, propulsor de la actividad comercial y del estudio de las ciencias económicas, en el entonces Virreynato del Río de la Plata.
Así lo entendieron los primeros gremialistas fun­dadores del llamado Centro de Almaceneros y Afines, que en Asamblea Constitutiva celebrada el 18 de junio de 1942, deciden agruparse para defender los intereses del sector, designándose como primer Presidente al señor Jesús Carballo y Secretario el señor Arturo Balzarini, conformando el resto de la Comisión, los señores Pedro Montanaro, Luis Cuello, Víctor Martinez, Luis R. Arpini, Silvestre Davalle, Juan Grutovsky, Rodolfo Bartolucci, Antonio Carlisi, Juan Ruksis, José López, Rafael Mamucci, José Piazza y Emilio Emer.
El 29 de mayo de 1946, mediante Asamblea especialmente convocada al efecto, se oficializa la crea­ción del Centro y se designa al Escribano Juan López Quiñones para gestionar la Personería Jurídica de la nueva entidad, y a escriturar el terreno adquirido que sería designado para la construcción del Parque Social.
Asistieron a esta reunión, caracterizados comer­ciantes entre los que se encontraban: Silvestre Davalle, Francisco De Paul, José Piazza, Florindo Meneghello, Salvador Monte, Mauricio L. Filippini, Cipriano Gatica, Juan Isaac, Cesar Rivoiro, Adán Varekojis, Ángel Zanello, Donato Lanessi, José López Rodríguez, Pedro Montanaro, Pedro Pace, Pedro Bayochi, Alberto Montanaro, Pascual Civeta y Rafael Mamucci, bajo la presidencia del titular en ese momento señor Arturo Balzarini y Secretario señor Vicente Martinez.
Pero volvamos al año de 1942, plena segunda guerra mundial. En el país se estaba gestando el proceso industrial de sustitución de importaciones, forzado por el cierre casi absoluto de las fronteras y que daría lugar al nacimiento en Argentina de una industria metalmecánica que al poco tiempo se constituyó en líder absoluta en toda América Latina.
El Ferrocarril, a su vez, desempeñaba un impor­tante papel en la distribución de la producción agropecuaria y el ramal Rosario Puerto Belgrano, conec­taba a la Pampa Húmeda con todo el sur de la República llegando hasta Bahía Blanca.
Los talleres de reparación de locomotoras de Villa Gobernador Gálvez, funcionaban a pleno y una gran masa de gente viene del interior a trabajar tanto en el ferrocarril como en la incipiente industria que ya empezaba a desplazarse desde los grandes centros urba­nos como Rosario, hasta zonas mas libres como la de nuestra ciudad.
Al mismo tiempo, el comercio tiene un creci­miento espectacular, surgiendo negocios de ramos gene­rales y también los pequeños almacenes, para abastecer a una población en continuo aumento.
El almacén no era sólo, en ese entonces, un negocio proveedor de alimentos, era al mismo tiempo un centro de reunión donde los vecinos se encontraban y charlaban entre sí. El almacenero fue entonces, además de comerciante, un amigo, un miembro de la familia y por sobre todas las cosas una figura de prestigio.
A su vez los almaceneros se encontraban muchas veces en los Centros de Compras al por mayor, casi todos ellos instalados en la ciudad de Rosario y frecuentemente en reuniones familiares, asados y comidas numerosas.
De esos contactos surge entonces la idea de formar ese primer nucleamiento, que como señalamos precedentemente se denominó Centro de Almaceneros y Afines y que a poco andar empieza a tener su presencia viva dentro de la comunidad.
En efecto, por dos décadas, esta entidad fue una de las mas pujantes de la ciudad. Sus integrantes desarro­llaron una intensa acción gremial, participando en Con­gresos Provinciales y Nacionales y también en organis­mos federativos.
Por medio del nucleamiento, se advierte la impor­tancia que adquiere el poder actuar en conjunto y se constituyen grupos de compras de mercaderías, obte­niendo de esa manera mejores precios para sus asocia­dos.
A comienzos de la década del setenta, el Centro cambia dos veces de denominación, primeramente por la de Centro Comercial, Industrial y Rural" y luego solo "Centro Comercial".

NACIMIENTO DE OTRA ENTIDAD EMPRESARIA

En esa misma época, nacía en Villa Gobernador Gálvez, otra entidad gremial empresaria, con los mismos fines que la anterior, denominada "Asociación Empresa­ria de Villa Gobernador Gálvez", que agrupaba funda­mentalmente al sector industrial, cuyo auge era por entonces muy notorio.
Ya hemos dicho anteriormente, que juntamente con el aporte del ferrocarril, a la creación de fuentes de trabajo, el desplazamiento desde Rosario hacia Villa Gobernador Gálvez de importantes empresas, que ha­bían quedado ubicadas en zonas consideradas céntricas, contribuye también al crecimiento de la ciudad al incor­porar a vastos sectores de población al trabajo industrial y esto ocurre precisamente a mediados de la década del setenta.
Ese desplazamiento se direccionó hacia varias localidades, pero Villa Gobernador Gálvez, fue una de las mas favorecidas con esas radicaciones. Si bien la ciudad contaba con algunas industrias de relieve interna­cional, como el Frigorífico Swift, que era por ese enton­ces fuente de trabajo para muchos inmigrantes y sus hijos, el proceso expansivo que hemos mencionado sumó muchas más, hasta constituir a la zona en un importante polo de desarrollo industrial, que contribuyó en gran manera al progreso de la ciudad y del país.
Vista la situación en perspectiva histórica, hoy podemos decir que esa década fue una de las más florecientes en el crecimiento productivo y económico, en el ámbito nacional, y sin duda en ese "boom", tuvo mucho que ver el esfuerzo personal de hombres visionarios de esa época, que convencidos de que sería la única forma de lograr bienestar para si y para la comunidad, se lanzan audazmente a ampliar sus niveles de producción, que necesariamente trae aparejado el incremento de la inver­sión en infraestructura edilicia de sus empresas.
Villa Gobernador Gálvez, comienza a destacarse por su gran potencial industrial, convirtiéndose en ese sentido, en una de las más importantes plazas de la provincia de Santa Fe, que a su vez, en la zona de Villa Constitución y San Nicolás ya contaba con la industria de fundición de aceros más importante del país.
Llega al mismo tiempo, el sensacional crecimien­to de la industria frigorífica, de lo cual damos cuenta en el capítulo específicamente dedicado al sector. Estable­cimientos de ese ramo como Frigorífico Paladini. Sugarosa, Frigorífico Litoral, Frigorífico Villa Diego, Frigorífico Swift, alcanzan tal crecimiento que justifican se declare a Villa Gobernador Gálvez Capital de la Industria de la Carne.
Otros sectores como el alimentario, muestran a empresas como La Montevideana y Cachamai, de alcance nacional e internacional.
La industria carrocera de la que también damos un detalle por separado, comienza a crecer sin tregua y empresas como Cametal, Montenegro, Troyano, Talleres Circunvalación, comienzan a equipar unidades de transporte de alto porte que pueblan las rutas de la patria y también de los países limítrofes.
También comienzan a surgir las empresas unipersonales de fabricantes de partes de bicicletas, de la mano de pioneros como Baldini, Rovetto, etc.
Aparecen las industrias químicas, las de elaboración del caucho y muchas otras de diferentes rubros importantes.
Es precisamente en ese momento que hemos identificado como mediados de la década del setenta, cuando un grupo de esos empresarios pujantes, inquie­tos, laboriosos y con una gran vocación de servicio de superación, analizan la necesidad de contar con un ente empresario, que les permitiera acce­der a un nivel de presencia importante, en el ámbito gubernamental y comunitario, para lograr políticas que otorgaran a tan importante sector, por ellos representado, los beneficios y medidas de apoyo absolutamente necesarias para poder alcanzar los objetivos de desarrollo perseguidos con pleno empleo y libertad.
Al mismo tiempo, se perseguía tener una importante fuerza empresaria, para poder ser escuchada en todos los ámbitos de toma de decisiones, con el respaldo, el peso y la garantía, que significaba una trayectoria enormemente relevante.
En suma se buscaba para el sector, consolidar una verdadera Política Industrial y hacer sentir su palabra con autoridad.
En principio, el nucleamiento en gestación, propone integrarse con la otra entidad que anteriormente hemos descrito, denominada en ese momento "Centro Comercial”, cosa que no es aceptada por esta última. Es así como a fines de 1975, los hombres de la industria, se auto convocan en distintas reuniones para analizar la problemática específica del sector y finalmente, en 1976, se lleva a cabo una asamblea cumbre, en las instalaciones del Ex-Club Diana, a las márgenes del Arroyo Saladillo, del lado norte, es decir, del lado de Rosario y nace allí la Asociación Empresaria de Villa Gobernador Gálvez conformándose la primer Comisión Directiva de la siguiente manera:
Presidente Roberto Paladini, por el Frigorífico Paladini; Vicepresidente: Argentino Manuel Menéndez, por el Frigorífico Sugarosa; Vocales: José Scaglia por Electrifund; Israel Baksts por La Montevideana; Eugenio Montenegro, por Montenegro Hnos. S.A.; Luis Filippini, por Talleres Filippini; Juan Pacheco, por Talleres Circunvalación y otros empresa­rios como Bruno Piccolo, Luis Orazi, José Lequio, José Botas, Dante Trucchi, Ramón Ammartino, etc., siendo designado Gerente y secretario Ad-Honorem el señor Ornar Simón, quien realizó la tarea de armar el primer padrón de socios que alcanzó los 142 integrantes.
La primer sede de reuniones se constituyó en el local ubicado en Avenida San Martín, esquina Girardi, cedido gentilmente por el Frigorífico Paladini y que era precisamente el lugar donde nació esta prestigiosa em­presa que hoy tiene una proyección de carácter nacional.
Esta nueva entidad, con un accionar realmente importante e ininterrumpido, fue creciendo dinámicamente adquiriendo una gran relevancia en re­presentación del sector industrial, logrando al poco tiem­po por medio de sus gestiones la creación de la Escuela Industrial ENET y con una presencia relevante ante sus gestiones en el ámbito gubernamental, bregando ya no solo por los objetivos propios del sector sino de toda la comunidad.
Se perseguía contar con mejores comunicacio­nes, abundante energía y a un costo accesible, y en general por contar en la ciudad con una infraestructura de servicios acorde con el desarrollo alcanzado por el sector privado.
Nos acercamos así, al comienzo de la década del ochenta. El país estaba atravesando una difícil crisis económica, con agudizamiento de las tensiones sociales y ante el desmejoramiento de la situación global, el gobierno militar de entonces enfrenta una marcada dis­minución de sus ingresos, buscando entonces nivelar su presupuesto con una política un tanto autoritaria y persecutoria, que agobia a las empresas, a su vez en difícil situación por la falta de apoyo crediticio, y una aguda recesión económica.
Los conflictos gremiales están a la orden del día y desde el gobierno no se encuentra la manera de resol­verlos. Tampoco se avizora un definido criterio sobre el rubro a seguir. No hay una línea clara que marque las políticas en materia industrial, comercial y de comercio exterior. Los empresarios quieren continuar con la línea de progreso que habían seguido hasta entonces, pero son tantas las trabas burocráticas para lograr cualquier cosa, que se está cerca de una situación de caos.
Ante este estado de cosas, los empresarios en el ámbito nacional, comienzan a, reunirse por medio de sus entida­des federativas, que aglutinan a los Centros Económicos de Primer Grado y finalmente se decide organizar un gran acto de protesta.
Villa Gobernador Gálvez es nominada como ciu­dad cabecera para canalizar el reclamo empresario na­cional y la Asociación Empresaria de la ciudad, es entonces la entidad anfitriona del gran acto convocado por la denominada CONAE (Convención Nacional de empresarios). Debe recordarse que todas las entidades empresarias estaban sujetas a un estricto control del Gobierno militar.
El acto resulta exitoso y tiene una gran repercu­sión en todo el país, con posterioridad al cual se realizan otros en distintos lugares, a los que acuden siempre repre­sentantes de la entidad gremial representativa del sector industrial de Villa Gobernador Gálvez.
Los años van transcurriendo y los hombres se van sucediendo en la conducción de la entidad. Surgen iniciativas para el progreso comunitario, entre ellos por propuesta del señor Ramón Ammartino se crea la cámara Júnior de Villa Gobernador Gálvez, que fue una verda­dera escuela de dirigentes, a nivel empresario, social y político.
Hombres surgidos de la Asociación Empresaria, la representaron luego en importantes cargos públicos en el ámbito provincial y también en el Directorio del Banco Provincial de Santa Fe.
Igualmente la entidad sienta las bases para la creación del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Villa Gobernador Gálvez, que hoy acredita un lugar preponderante entre las instituciones similares de la provincia y del país.
La Asociación Empresaria de Villa Gobernador Gálvez, que contaba con Personería Jurídica, se había marcado una línea ética de absoluto acatamiento de las disposiciones de su Estatuto, así como de las normativas legales contempladas en los Códigos de Comercio, Penal, Civil y demás reglamentaciones vigentes, pero con una línea firme en la defensa de los intereses económicos, sociales y gremiales de la actividad empresaria de Villa Gobernador Gálvez, fomentando al mismo tiempo el espíritu de colaboración de sus miembros, con toda iniciativa privada o pública tendiente a perfeccionar la actividad industrial y comercial.